Los recorridos propuestos están diseñados para dedicar una jornada a conocer algunos de mis rincones favoritos del Etna, disfrutando del camino con la calma, el cuidado y el silencio que merece una visita al volcán en activo más alto de Europa. Los recorridos se pueden adaptar dependiendo de tus necesidades. Siempre que sea posible, os propondré aunar la naturaleza con el descubrimiento de los pueblos cercanos.
Monte Nero – Timpa Rossa
Este recorrido nos llevará a descubrir la cara Noreste del Etna, la menos explorada, y es uno de mis favoritos por su diversidad y porque aún se puede recorrer casi en soledad. Comenzamos en Linguaglossa, tomando un café. Nos desplazamos después a Piano Provenzana (1800m), donde empezaremos a caminar por un sendero que fue cubierto en parte por la lava en la erupción del 2002.
Nos encaminamos hacia la zona de aquella erupción a través de una senda en la que podremos observar la superposición de lava de distintas erupciones hasta llegar a la fractura del 1923. Allí encontraremos bombas volcánicas y flores endémicas. El paisaje cambia cuando atravesamos un hayedo, en uno de cuyos claros pararemos. Volvemos por un camino un poco diferente para explorar otros rincones.
Terminamos el día en una gelateria o tomando un vino en un viñedo cercano según los ánimos.
Entre la lava y los hayedos: la erupción de 1981 y Monte Spagnolo
El objetivo de este recorrido es llegar al río de lava de 1981 caminando por una pista forestal, en la que alternan la sombra y el silencio del bosque con las vistas sobre una larga colada lávica que se extiende hacia el valle del río Alcantara.
Atravesando un hayedo centenario considerado una de las joyas del Parque del Etna, nos acercaremos al refugio del Monte Spagnolo. Por el camino encontramos “hornitos” (conos de escoria soldada) y restos de árboles carbonizados.
El descenso hacia la Cisternazza, antigua cisterna utilizada para la recogida de agua de lluvia, nos permitirá volver al punto de partida, desde donde nos acercaremos a la vecina ciudad medieval de Randazzo para probar el vino de un antiguo viñedo y disfrutar de las vistas del Etna y del río Alcántara.
Gruta de Serracozzo, Valle del Bove y Fractura de 1928
Entrar en un túnel de lava es una experiencia inolvidable. Encontrarse debajo del subsuelo de lava crea la sensación de acercarse al centro de la tierra. El túnel se forma por el efecto del enfriamiento de la lava líquida y de su drenaje en el conducto, y la erosión va modelando sus paredes. Alumbraremos el camino con linternas para poder apreciar los detalles.
Asomarse al Valle del Bove, antigua depresión que terminó de formarse hace 9000 años, nos llevará al tiempo en el que un imponente volcán dominaba esta zona.
Observar la formación de la fractura desde la que salió el río de lava del 1928 completa la experiencia, y nos servirá para cerrar el recorrido.
Monti Sartorius y Piano Provenzana
La “bottoniera” de los Montes Sartorius, serie de pequeños conos volcánicos abiertos a partir de una fractura, se puede recorrer a través de algunos senderos desde los cuales será posible observar la cara norte del Etna, toda la costa jónica y toda la zona afectada por la erupción del 2002.
Este recorrido lo disfrutarán especialmente los apasionados de las plantas, y se caracteriza por la presencia de árboles de abedul y de pinares, de arbustos de verdes intensos y de flores endémicas. El camino nos llevará a atravesar el Quarantore, un torrente estacional, y un pinar que termina en Piano Provenzana.
Lava del 1928
Este itinerario es interesante por razones históricas y también desde un punto de vista vulcanológico.
En la tarde del 6 de Noviembre de 1928 una colada lávica, a través del torrente Pietrafucile, llegó a las puertas del pueblo de Mascali, dejando una estela que todavía hoy se puede apreciar.
Caminamos a la sombra de un bosque de robles pasando junto a las casas típicas construídas con piedra lávica y nos acercaremos a la fractura sobre la cual es posible asomarse e imaginar el poder de aquella erupción, de la que nacieron siete diferentes ríos de lava. Los siete ríos confluyeron en una sola colada lávica que destruyó todo lo que encontró a su paso.
La zona donde se produjo la fractura es hoy un área dedicada al cultivo de avellanas y manzanas, productos típicos de la zona. Terminaremos el día visitando uno de los rincones históricos de la zona que quedaron intactos, observando parte del frente de lava y la iglesia.
